La verdad, me da miedo morir. Y no es que sea un temeroso de la realidad, simplemente, creo que me faltan muchos kilómetros. Desde niño padecía aquel rechazo y no lograba conciliar el sueño. No genero expectativas, sólo tengo miras altas.
Ahora me da risa pero sigo temiendo a morir.
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