jueves, 25 de noviembre de 2010

La verdad, me da miedo morir. Y no es que sea un temeroso de la realidad, simplemente, creo que me faltan muchos kilómetros. Desde niño padecía aquel rechazo y no lograba conciliar el sueño. No genero expectativas, sólo tengo miras altas.
Ahora me da risa pero sigo temiendo a morir.

domingo, 21 de noviembre de 2010

En ciertas ocasiones, alguien tira piedras a la ventana de mi cuarto.
Digo alguien, pues tiene mucha puntería. Además, siempre lo hace en la madrugada por lo que su labor es más complicada.
Muchas veces, me asomo para saber la forma de ése que me molesta. Nunca lo veo, tal vez corre y se esconde tras las plantas o su color lo hace perderse en la noche.
He llegado a intuir cómo sube a la terraza y se asoma por un resquicio de la puerta pero siempre que trato de observarlo a los ojos, esconde la mirada.
Siempre cierro la habitación para evitar que entre mientras duermo.
Lo peor, es cuando despierto agitado a las 3 de la mañana y percibo su presencia cerca de mi. Ese ser aparecerá un día y no sé qué pueda pasar. Le tengo miedo, sobretodo ahora que mientras escribo, el silencio es demasiado profundo. No quiero voltear a la ventana porque sé que está ahí.

jueves, 11 de noviembre de 2010

3:00 am

Fue un golpe de calor mientras dormía, desperté empapado de sudor y con la respiración a tope. Mi mano derecha no respondió, estaba acalambrada. Por la ventana, se asomaba la lámpara de la calle y ningún ruido daba signos de vida en la Tierra. Miro el reloj y me dice que estoy a mitad de la madrugada.
No pude recordar lo que soñaba, la cabeza me dolía como si enterraran agujas a los costados.
Abrí la boca para descubrir un sabor como el de la sangre. Mis latidos se tranquilizaron y lo único que supe, es que la quería.